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Friday, September 12, 2008

De culto...

De culto.. hace bastantes años, todavía en el Liceo (me gusta más ese nombre que secundaria), creo que llegó a mis oidos esa palabra.
Sería en el Canal Rock & Pop que tan poco tiempo estuviera al Aire marcando a toda una generación de AdolecenteS, que con programas como Gato por liebre, Plan Z y el Factor Humano, mirábamos la sociedad de los años 90's con una claridad, irreverencia, y acidéz nunca antes vista en la TV dictatorial que le precedió. Sin duda programas hoy de culto, la inteligencia de Plan Z no consiste en la elaboración de tesis críticas a propósito de la realidad y la historia nacional (recordemos el caso de las VErsiones del GOLpe), sino en el desentrañamiento y exposición del lenguaje que construye esos discursos. El cabeza de Caja (recomendable), Historias de Motel, o Marcianos Democrata-Cristianos (donde destaco a ese marciano diciendo: "Son más las cosas que nos unen que las que nos dividen" ;que en la pasada campaña presidencial el candidato de la Derecha, muchas veces pronunciara en variados discursos. Sin duda de culto, es Maldita Sea, casi seguro estoy de que habria sido ahí donde por primera vez escuche decir: "De culto..." , a propósito de su selección y particular modo de ver el peor cine de todos los tiempos...

De culto... un programa de los ochenta comenta la nostalgia del cassette... De culto... una publicidad en el diario la nación habla de "Zapatillas de culto"...
Qué es eso??? Porque de Culto no dice clásicas...
Se entiende que existen bandas de culto... y recuerdo como alguna vez a propósito del Ok computer de Radiohead, comentábamos con A.A. como esta banda llegaría a ser una "banda de culto"... y sin lugar a dudas, la calidad es el fundamento de dicha calificación...
En algun sentido sucede lo mismo con Plan Z y otros programas del Canal R&P, al hacer mucho con muy poco, que es la idea del bajo presupuesto...
Pero por qué las zapatillas pueden llegar a ser de culto, o el cassete???? Este último es el caso que más me llama la atención... Porque el cassette, es más grande que el más humilde reproductor de mp3, requiere un dispositivo diferente para reproducir un walkman o personal stereo en el caso del reproductor portable, el que si se te caia se hacia mierda seguro... la calidad de grabación es baja incluso en los cassettes de alta fidelidad como eran los de cintas de cromo, y con el paso del tiempo y las sucesivas reproducciones la cinta se iba gastando, junto con la posibilidad de que esta se enrede y se corte...
Por qué alguien puede nostalgiar el retroceder el cassette con el lapiz bic para ahorrar pilas -antes de las maravillosas recargables-
Si en un giga pueden ser aproximadamente 20 discos completos, como puede ser que sea de culto -es decir- de gran valoración, el cassette. Me gusta la música siempre me ha gustado, y en la época del cassete anduve en más de una ocasión con una caja con 10 cassette para varios lugares... Se me cortaron las cintas de varios de tanto escucharlos, y Piratiaba muchos en cassette, de hecho los compraba por cajas...
Y me divertía mucho, pero ¿de culto?

Tengo la sensación que dicho ejemplo, muestra una respuesta, un afirmarse a la silla ante la velocidad que la tecnología le impone a nuestras vidas.... Más velocidad y más almacenamiento... esos dos MAS son lo sque se ya no inundan sino qeu constituyen nuestra cotidianidad. UNO necesita un pc más rápido, UNO necesita un notebook, UNO necesita una Palm, UNO necesita de la NANOTECNOLOGÍA, en cada cosa que haga !!DOMOTICA!!, No!!! mucho antes de ella, en el ser-ubicable!!! Hace un tiempo la mujer que amo estuvo un par de semanas quizas un mes sin celular... y si se puede vivir sin uno... y de hecho cuando se supera el sindrome de privación, es bastante grato...
Pero la velocidad, y la capacidad, y el discurso circulante -siempre constituyente de subjetividades- impone una carrera imposible donde el Always conected es la máxima de acción, y cuya meta es absolutamente infinita...
Quizá el culto a los 80's sea una respuesta un decir PARA!!! a esa hipervelocidad que una realidad cada vez más rápida nos impone.
Porque el culto, si es en serio y no mera moda, tiene un tiempo distinto, el culto, como una forma de cultivar impone, una temporalidad distinta de la hiperaceleración Lipovetzskiana, el culto como los rituales de bar, del asado con los amigos, el mismo local para ver el partido abren formas de culto que rompen el tráfago de la cotidianidad del UNO.